“Escribo porque soy una persona que vive lleno de perplejidades que sólo se resuelven en la ficción”
Juan Carlos Méndez Guédez
“Escribo porque soy una persona que vive lleno de perplejidades que sólo se resuelven en la ficción”
Juan Carlos Méndez Guédez
Aunque me parece profundamente complicado y de una oscuridad innecesaria, el pensamiento de Bataille, por lo menos en lo pertinente al erotismo, me sobrecoge por vincular la sexualidad con la cima de la experiencia humana a través de “una posible continuidad vislumbrada en el ser amado”, la verdadera e irrenunciable unidad con el otro. Aunque por sus ideas de la comunión con la otredad, sus escritos apunten a la comparación del acto sexual con la experiencia mística, Bataille no se hubiera obsesionado tanto con el tema de no considerarlo cotidiano. Es en la idea de la banalidad del sexo y la profundidad de la experiencia compartida donde el filósofo sorprende a los autores actuales por la vigencia de sus planteamientos.
Más que una excepción en el panorama intelectual de su tiempo, el Marqués de Sade describe a cabalidad el iluminismo que le tocó vivir. Como noble, este libertino encarnó el poder de su clase frente a sus súbditos y a la Revolución Francesa a la cual se unió al final, fue además uno de los escritores más visibles de la literatura pornográfica que comenzó a proliferar en el siglo XVII y su experiencia sirvió para producir discursos que permitieron normar comportamientos sexuales.