miércoles, 29 de octubre de 2014

Las novelas, el régimen y el escritor (Otra de Kundera)

Nacido en la República Checa en 1929, Milan Kundera fue al principio un entusiasta de la ideología comunista y se unió al partido de esta denominación cuando aún era joven, a finales de la década de los cuarenta. Pero en la década de los años cincuenta tuvo frecuentes problemas. La dirigencia del partido lo condenaba por hacer lo que hacen los escritores: proponer puntos de vista propios y autónomos. Esta situación se profundizó cuando el autor publicó su primer poemario, en 1953. Casi una década después, en 1962, quiso publicar su primera novela y sus desavenencias con el régimen fueron definitivas.
En La broma la vida de un joven en la Checoslovaquia comunista queda arruinada cuando la policía del Estado intercepta le escribe a una novia en una postal una ironía que comienza con la frase: “El optimismo es el opio del pueblo”. Durante seis años, la censura checa previno la publicación de este libro, que finalmente llegó a las librerías en 1967, meses antes de que estallara en 1968 la Primavera de Praga, movimiento cultural reformista del que Kundera era uno de los líderes intelectuales. No es raro, entonces, que esta obra se convirtiera en la más importante de esa temporada y la primera que salió de las librerías tan pronto los tanques enviados por Stalin para apagar la protesta se asentaron en la capital del país europeo.
Como castigo, le quitaron al escritor su puesto de profesor en la Academia de Artes Dramáticas. Entonces se dedicó a lo que otros colegas en su situación: a matar tigres. Más de un lustro después pudo volver a la vida intelectual, pero fuera de su país. Así, en 1975 se convirtió en profesor invitado de la Universidad de Rennes en Francia. En 1979 le fue revocada la nacionalidad checa debido a la publicación ese año de El libro de la risa y el olvido, el segundo que editaba en ese país; el primero fue La vida está en otra parte (1973). Desde entonces vive en Europa.
La broma, aquel libro suyo que tantos problemas le causó, se reeditó después del éxito arrollador que adquiriera en la década de los ochenta La insoportable levedad del ser. Desde la década de los años setenta este autor vive en Francia. Apenas hace una década se permitió en su país natal la venta de La insoportable levedad del ser, su bestseller. Kundera, se imaginarán, ya no tiene ánimos para volver a su país. Tiene 85 años de edad.




lunes, 27 de octubre de 2014

La ironía, el discurso y la resistencia


En la política es imposible aprehender el sentido de la ironía en un discurso, pues es imposible encasillarlo en un significado inamovible; está inmersa en su semiótica contextual y su significado cambiante. En la ironía como posición estética y política construye la resistencia.