martes, 7 de febrero de 2012

Vampiros y lobos

Pensándolo bien, me incomoda que hoy el animal con el que se le asocia al personaje literario que encarnan el conde Drácula y lord Ruthven sea el roedor volador al que llamamos vampiro, que aunque sea un chupa-sangre más o menos digno, tiene una imagen muy parecida al miserable murciélago come-frutas. Si me preguntan, creo que al única asociación coherente de los personajes literarios citados, en el margen de lo humano y lo sobrenatural, es el lobo. Pero ya Hollywood se aprovechó de la cercanía entre el licántropo y le vampiro para crear un nuevo estereotipo que imprimir sobre franelas y cachuchas: el del hombre lobo. Así, parece que tenemos que conformarnos con masticar aquellas ideas prefabricadas y asumir que, con toda su majestuosidad y su relación con la nobleza, este par de personajes, cuando desaparecen es porque se convierten en ese chiste con alas que atraviesa la noche.

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