jueves, 25 de marzo de 2010

La mujer venezolana y la vieja crítica

La perspectiva histórica, caída en desuso en muchas partes del mundo al influjo de nuevas corrientes de análisis cultural, como por ejemplo el llamado “nuevo criticismo” o new criticsm —porque nació en las universidades anglosajonas— es la metodología más común en los libros de investigación que abundan en Venezuela. Bajo la etiqueta de “ensayo histórico” proliferan en las librerías títulos que intentan desenmarañar el pasado nacional, con la esperanza de entender por qué el presente se ha vuelto inexplicable.
Me parece que la neutral perspectiva de los historiadores nacionales a veces podría verse enriquecida por los enfoques interpretativos de ciertas corrientes analíticas. La reflexión se me ocurrió leyendo Ventaneras y castas, diabólicas y honestas, un libro de Elías Pino Iturrieta recientemente reeditado por Alfa (2009), y cuya primera impresión data de 1993, cuando “tal vez fuese de las pioneras en el estudio de las mujeres a través de la historia del país”.
Quizás sea por mi propio interés académico, pero me hubiera gustado analizar los hallazgos históricos de Pino Iturrieta sobre los manuales que se usaban en el siglo XIX para confesar a señoras y doncellas con las teorías de Michel Foucault con respecto al nacimiento de la confesión como método discursivo para controlar (sin imponerse) la manera de pensar de los feligreses –no sólo en lo que tiene que ver con el rol de cada género en la sociedad sino de la idea misma sexualidad—. Si la intención de Ventaneras y castas… es analizar la historia de las mentalidades, me pregunto: ¿qué orden de discurso creó la perorata de la Iglesia Católica (ya desde entonces) desfasada de su época? ¿Cómo influyó esta en a idea que la mujer tenía de sí misma? Y, principalmente, ¿Qué mecanismos mentales permitían que las mujeres apoyaran y difundieran las ideas que las mantenían a ellas mismas casi como presas dentro de sus propias casas?
Lo anoto de un lado en la libreta para cuando tenga tiempo de hacer el análisis correspondiente. Nada de malo en la perspectiva histórica, lo contrario, esta es la base para reflexiones posteriores que, quizás, arrojen conclusiones inesperadas.