En Variaciones sobre el cuerpo Michel Serres se refiere a las maneras
en las cuales el desarrollo científico y el intelecto –lo social y lo íntimo,
digamos– imitan el cuerpo, “La inteligencia humana se distingue de lo
artificial por el cuerpo, solamente por el cuerpo” (página 38), escribe el
autor francés nacido en 1930 como abreboca al libro en el que explora, a partir
de cuatro perspectivas, lo que llama “el envoltorio” de lo humano. En su primera
figuración se refiere a las intersecciones entre el cuerpo animal y el humano,
en la segunda al desarrollo de las capacidades físicas de los individuos y, en la
tercera y cuarta explora la relación entre la mente y el cuerpo así como entre el
cuerpo, la naturaleza y el mundo técnico. “Esos aparatos externalizados, en
suma, producen una historia que yo llamo evolución exo-darwiniana, como si el
propio darwinismo saliera poco a poco de nosotros , como si la evolución
percolara entre esos objetos. En cuanto a la bestia, ella permanece en esa
fortaleza cerrada, cuyos muros de bestialidad le impiden liberarse de sus
montajes adquiridos o instintivos”, (111) Debo confesar que lo más claro del
libro es “Una entrevista posible sobre las potencias del cuerpo” hecha por
Roberto Leo Butinof, Adrián Cangi y Ariel Pannisi en 2009 que cierra el volumen
de 136 páginas. Lástima que la
introducción, firmada por el mismo Cangi fracasara en dar una buena
aproximación a las razones por las que Serres se dedicara escribir este ensayo
y apenas se limitara a resumir las ideas que el lector hallará en las páginas
siguientes expresadas con mayor detenimiento.
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