Nunca dejan de sorprenderme las cosas que le preocupan al primer mundo. Mientras escribo esto, se discute en el estado de Florida una ley que permitirá a los maestros de escuela, no sólo otorgar calificaciones a sus alumnos, sino también a los padres de estos. En un colegio del estado de Georgia estudian eliminar la enseñanza de la letra cursiva en los niños porque, “ahora todos los niños saben usar la tecnología y escribir en papel se está volviendo obsoleto”, según aventuró la “educadora” de un colegio local. De verdad, ¿qué mensaje están dándole a sus hijos? Y ¿Desde cuándo las malas calificaciones son culpa de los padres y quién decidió que ya no era importante escribir?
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